El Santuario de Sameiro tuvo su origen en 1863, cuando un conocido sacerdote de nombre Martinho da Silva colocó la piedra fundamental en la cima de una colina para que se iniciara su construcción.
Años más tarde, en 1870, en este mismo lugar se construyó una capilla, pero debido a su modesto tamaño, se proyectó entonces la construcción de la actual y tan conocida Basílica en 1890.
La última obra de ampliación fue la construcción de una cripta para recibir y dar cobijo a los peregrinos que acudían a ella. Para llegar a la basílica hay que subir más de 265 escalones, una escalera flanqueada por dos estatuas de la Virgen María y una representación del Sagrado Corazón de Jesús.
El Santuario de Sameiro es también conocido como el punto más alto de Braga, donde se puede disfrutar de una de las vistas más increíbles y panorámicas de la ciudad.